Reseña: El juego de Dylan Wilson

Título: El juego de Dylan Wilson 

Autor: Vicente M. G.

Editorial: Autopublicado

Páginas: 237 

Precio: 16,63€ (TAPA DURA)

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Sinopsis: El juego de Dylan Wilson es una novela de Vicente Martínez García que sumerge al lector en una trama de misterio y romance. La historia sigue a Cindy Thompson, quien, en la boda de su hermana Lisa, conoce a Klaus Goodman, un hombre tan misterioso como atractivo que se convierte en un enigma para ella. A partir de este encuentro, Cindy se ve atrapada en un juego intrigante y peligroso que la llevará a desafiar sus propios límites y a desentrañar oscuros secretos que pondrán a prueba su valentía y determinación.

Opinión Personal: Nada en el mundo habría preparado a Cindy Thompson para la atracción tan instantánea que despertara en ella un misterioso invitado a la boda de su hermana. Desde su nombre, hasta sus palabras, todo le parece sumamente embriagador. Es por ello que aceptara participar en el peculiar juego que este le propone, aunque esto signifique apostar sus propios sentimientos. 

Antes de seguir, quiero agradecer al autor Vicente Martínez, por su confianza en mí y por brindarme la oportunidad de leer y reseñar su primera novela. Que todo hay que decirlo, tiene una premisa muy interesante. 

La trama de la novela arranca mostrándonos a la que será nuestra protagonista femenina, Cindy. Ella ha vivido desde hace tiempo junto a su hermana mayor, Lisa, hasta que esta toma la decisión de casarse y como es lógico, iniciar una nueva vida. Por lo que sí o sí, Cindy vera modificada hasta cierto punto, su, por así decirlo, apacible vida. Y más aún cuando en el banquete de boda, lo que inicia como un mero encuentro entre un atractivo invitado y ella, termina en lo que a todas luces se podría calificar como un flechazo por parte de Cindy. Y digo solamente ella, porque como ahora os contaré, el protagonista masculino tiene un concepto, digamos algo diferente del amor y de la vida en general. 

Así es como tras la boda, y gracias a ciertas circunstancias, Cindy logra encontrar a este hombre cuyo parentesco es más próximo de lo que ella imagina y cuyo nombre es Dylan Wilson. Al encontrarse, los sentimientos de ella irán creciendo y aunque al principio no parece haber exactamente una posibilidad clara de conocerse, finalmente iniciarán una relación, pero no de cualquier manera. Como he dicho antes, Dylan es un tanto especial. De hecho, afirma no tener sentimientos por nadie, por lo que prefiere que las cosas entre ellos se inicie de una forma distinta y con las reglas y el azar que involucra todo juego. Sí, literal, un juego de cartas es el que determinara la suerte y en general, el destino, de esta posible pareja. Y no voy a entrar más en detalles porque para mí, esta es una de las partes más interesantes de la historia, ya que el azar o el destino, como le gusta llamarlo en repetidas ocasiones a Dylan, es quien dictara todo. Lo que, como podéis imaginar, provocara también que las dudas y la ansiedad crezcan dentro de Cindy, ya que dicho juego es prácticamente lo equivalente a caminar sobre la cuerda floja; en cualquier momento puedes caer. Y si a esto le unimos, en ocasiones, su carácter impulsivo, se convierte en un coctel un tanto peligroso. 

Pero no solo tendremos la ocasión de ver y tratar de desentrañar al misterioso Dylan y las razones que lo llevan a ser como es, sino que además, veremos distintas subtramas de personajes secundarios que ayudarán a dar otro punto de vista a la trama. 

El estilo del autor me ha parecido muy clara, lo que desde luego ayuda a la lectura y te invita a seguir leyendo. La trama principal y las secundarias, aunque están hasta cierto punto relacionadas, cada una tomo su propio camino y, al finalizar, de algún modo te deja a entender que todo está tomando un nuevo rumbo y que aún quedan por desvelar y comprender muchos puntos. Por lo que ya tengo ganas de leer la segunda parte. 

 

Conclusión: El juego de Dylan Wilson, nos trae una mezcla sumamente interesante de romance y misterio llevados de la mano por un posible destino amoroso, factible, o no, a largo plazo, dictaminado por el azar. 

Nota:

Bueno